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 Que las ferias de Bandeira no tienen rival en Galicia es evidente y claro es, que digo nada nuevo pues todos así lo reconocemos; pero esto tampoco es nuevo lo que da verdadera pena y le incitan a protestar con todas sus fuerzas al más insignificante de¡ país, es el que a once años del siglo XX y cuando la antorcha del progreso parece alumbrar los más apartados rincones del mundo, esto esté tan dejado de la mano de la... autoridad.

Esto es muy bonito, está fuera de toda duda, en verano existe una robleda llamada vulgarmente "Feira do gando" donde se pueden acomodar muchos cientos de cabezas de ganado al amparo de la bienhechora sombra de los robles, lo mismo ocurre en lo sitios denominados "Feira das Bestas» y "Feira dos Porcos" en igualdad de condiciones se encuentran los sitios donde se venden los granos, las frutas, hortalizas, jamones, aves y hasta las sardinas; ¿pero..., y en invierno? En los meses de invierno es horroroso el tener que hacer compras en cualquiera de los sitios mencionados. En lo llamado "Feira do Gando", aquel que quiera comprar o vender tiene que alquilar una lancha o ir dispuesto a enterrarse en el lodo; donde se venden los granos parece una isla, donde para pasar hay que hacer verdaderos prodigios gimnásticos o saber nadar y dentro de aquel laberinto se encuentra uno con los pobres paisanos que traen a vender medio ferrado o uno de maíz o centeno, tienen necesidad de sostenerlo con el brazo por carecer de otro sitio; ahora se me ocurre una consideración, mañana que llegen unas cuantas personas de fuera de la localidad y que conozcan la feria más que por el nombre ¿qué dirán? ¿A quién echarán las culpas? Pues desde luego a nuestras primeras autoridades.

Comprendo que los ingresos de un ayuntamiento rural  -a pesar de ser rico como lo es este- no den para hacer milagros, pero con muy poca carga para las arcas municipales habiendo buena intención y deseos de que progrese el país, poco a poco pondríamos la feria en las condiciones a que ella tiene derecho por su nombre.

Existen varios modos y yo no soy el indicado para enseñárselos a nuestras autoridades que demasiado saben lo que tienen que hacer, pero en este momento se me ocurre uno que aunque no fuera aprovechable todo, algo de él quizá no sería de los peores.

Para poder trasladarse de un sitio a otro en la "Feira do Gando" sería muy buena una acera que partiendo de¡ atrio de la capilla fuera a parar a la casa denominada de Mascarín y otra desde la casa de los hijos de Novo hasta la Tulla; construidas estas dos aceras cruzaban como es natural toda aquella parte de feria de un extremo al otro facilitando el paso a los viandantes; esta obra se me diría que cuesta mucho, no digo lo contrario, pero consignando cada año para un número determinado de metros, sin ser excesivamente gravoso al presupuesto en la actualidad las tendríamos hechas, con eso obligar a lo propietarios a que rellenen sus fincas cuando sea necesario tendríamos en regulares condiciones la feria.

Después tenemos las edificaciones; como todo el campo de feria es propiedad particular, cada uno se cree con derecho a edificar como le venga en gana; desde luego se me dirá que, cada uno es dueño de hacer en su finca lo que quiera, no lo contradigo, pero, si así se hiciera en todos los sitios, en vez de capitales hermosas como Buenos Aires, París, Londres, Madrid y muchas por ese estilo tendríamos aduares marroquíes, por lo tanto aquí el ayuntamiento para urbanizar y dar un plano determinado sobre la forma de construir los cubiertos y dentro de poco poseeríamos unas cuantas líneas de casetas donde se expondrían los artículos con la limpieza que la higiene exige y no en la forma que hoy se encuentran.

Ahora nos queda la parte más interesante, la más necesaria y por lo tanto la que más dinero necesita para su realización. En un sitio donde como más arriba digo, casi son de precisión las "lanchas" para transitar, carecemos de agua, parecería un contrasentido pero así es ¡No hay agua! Es vergonzoso que en un día de feria de los meses de verano, cuando se encuentran cinco o seis mil almas reunidas, que estas no tengan agua para beber; porque como no son demasiado abundantes los dueños los cierran con llave, aparte de que debido a las filtraciones no es posible exista otra agua más mala en todo el globo terráqueo. ¿No demuestra este detalle por si solo lo dejados que estamos de la mano de la... autoridad? Esperemos a que la nueva Sociedad Agrícola de Bandeira haga todo lo posible por ponernos a la altura que merecemos, haciendo que el municipio nos conceda lo que tan necesario nos es.

Para terminar, porque esto se va haciendo largo, me es grato consignar  por si ahí no lo sabían  que la cerería y fábrica de bujías que en esta posee el Sr. Alén Alvarez obtuvo medalla de oro con sus productos en la Exposición Regional de Santiago demostrando una vez más la importancia de Bandeira como fabril.